martes, 8 de diciembre de 2009

Con cierta conFusion


Berlín, Julio de 2009.


Lo del Fusion Festival no tiene comparación. No es por presumir pero he estado en algún que otro festival, sobre todo en Expaña, y semejante festivalazo, como el que viví el pasado fin de semana, no lo había visto en mi vida. No sé ni por donde empezar a contar...


Para empezar hay que decir que es un festival con más de 15 años a sus espaldas. Sin patrocinadores ni concesiones con multinacionales o grandes empresas. Podría decirse que es un festival sin ánimo de lucro, con centenares de colaboradores y trabajadores que, a pesar de las enormes dimensiones del evento, no participan con la intención de forrarse. Por 60 euros puedes disfrutar desde el miércoles hasta el lunes siguiente de la interminable y variada programación música y espectáculos. Por supuesto pasan los años y la esencia se va perdiendo, pero se sigue notando un algo que lo hace diferente.


El lugar es impresionante. Situado en mitad de la nada, a dos horas al norte de Berlín y a 8 Km del pueblo más cercano, Mirow. El recinto es una antigua base aérea rusa junto a una zona boscosa. La zona de acampada es una inmensa pradera de césped dividida en sectores para facilitar la localización de tu tienda, aunque si no esta marcada de alguna forma resulta casi imposible de encontrar. Los escenarios, con programación prácticamente las 24 horas durante los casi 5 días de festival, están situados en los antiguos hangares, cubiertos de hierba y transformados en teatros, salas de conciertos o en bares alternativos.


La variedad musical y el ambiente es lo que más me llamó la atención. Es como una aldea efímera en la que vale prácticamente todo con tal de pasarlo bien. Yo llegué un jueves por la tarde acompañado por varios amigos y abandonamos el recinto el lunes pasado el medio día. Por supuesto no falta la zona de chiringuitos de comida (casi todo vegetariano) y de ropa. Aunque la mayoría de la gente lleva sus propios víveres.


Me resulta difícil explicar con palabras la conFusión que me ha provocado este festival. Solo puedo decir que vale mucho la pena y comprobar de que se trata en persona. Se trata de otra forma de disfrutar de un festival. Es otro forma de entender este tipo de eventos, y que nos puede hacer pensar como algunos festivales de nuestra piel de toro abusan con precios prohibitivos y deficientes organizaciones. ¡Otros festivales son posibles!

2 comentarios:

  1. Joder con la exaltación que haces en el texto, podrías haber sido mas amable con la foto a mostrar,que representara un poco mas el lugar, en vez de poner a la perrita que te la ponía durita.

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